Investigadores de CARTIF se desplazaron el pasado mes a Colombia para reunirse con el grupo de investigación TAYEA de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, y el UPB Smart Energy Center de la Universidad Pontifica Bolivariana, para compartir información, conocimientos y experiencias de dicha iniciativa, del proyecto PLADEMI, cuyo principal objetivo es proporcionar una solución de abastecimiento energético de calidad en las zonas aisladas no interconectadas de Iberoamérica

Durante el encuentro visitaron también la comunidad de Isla Fuerte, una pequeña isla (3,25 km2) ubicada en el caribe colombiano, con una población de 2500 habitantes distribuidos en aproximadamente 500 viviendas, energéticamente abastecidas por una microrred compuesta por un grupo electrógeno Diésel de 400 kW, una planta fotovoltaica de 175 kWp y 432 baterías de 3850 Ah. Tras la visita, los investigadores han hecho un ejercicio de comprensión y análisis de los aspectos sociales que han de tenerse en cuenta, y que requieren incluirse en la herramienta desarrollada en PLADEMI.

CARTIF, junto con el resto de investigadores del consorcio, han trabajado en el desarrollo de una herramienta que permita dimensionar microrredes teniendo en cuenta tanto parámetros energéticos de origen renovable y autóctono, como sociales, de forma que pueda evaluar de manera coordinada el nexo energía-desarrollo social. “Sin energía no tienen servicios, sin servicios no hay desarrollo, y sin desarrollo, no existe calidad de vida” señalan los investigadores.

Actualmente, en el mundo existen más de 1100 millones de personas sin acceso a suministro eléctrico –casi el 15% de la población global-, de ellos, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 34 millones viven en Iberoamérica y el Caribe, lo que supone un 5% del total de su población. En zonas con suministro eléctrico precario, los cortes de energía eléctrica representan una grave amenaza para el bienestar de las comunidades y su desarrollo económico.

En la región Iberoamericana, las soluciones de electrificación, ya sea en emergencia o por falta de acceso, han sido la extensión de la red de distribución, utilización de grupos electrógenos a base de combustibles fósiles por una cantidad limitada de horas y, últimamente, incentivos y apoyo a proyectos basados en Energías Renovables No Convencionales (ERNC). A su vez, la red eléctrica no puede llegar a todos los rincones de la zona por diversos problemas, por lo que la electricidad debe ser suministrada de manera local utilizando sistemas domésticos independientes o microrredes que hagan uso de los recursos locales que tienen a su disposición, como generadores.

A través del proyecto, se apuesta por el desarrollo futuro de iniciativas de pequeña escala con potencial de escalabilidad y replicabilidad a nivel urbano o rural. El equipo de CARTIF trabaja en la definición de los enclaves estratégicos mediante la evaluación de los recursos energéticos, la definición de requerimientos de monitoreo y control en microrredes a diferentes niveles de usuario, o en la caracterización energética de los emplazamientos estratégicos con modelos dinámicos bajo entornos TRNSYS.

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