El proyecto LIFE ALGAECAN, liderado por CARTIF, está probando con éxito un sistema de depuración de las aguas residuales del procesado de verduras que utiliza microalgas, una técnica pionera en Europa. Esta iniciativa está financiada por la Unión Europea a través del programa LIFE, el instrumento financiero de la Unión para fomentar los proyectos demostrativos en materia de medio ambiente.

El pasado miércoles de 13 octubre, representantes de la Comisión Europea visitaron la planta de Huercasa en Sanchonuño (Segovia), donde se focaliza la fase actual del proyecto, para comprobar la buena marcha del mismo.

El principal objetivo de ALGAECAN es reducir el impacto medioambiental y el coste económico de la producción de hortalizas y verduras, mediante el tratamiento de las aguas residuales que producen este tipo de industrias con microalgas heterótrofas. Las microalgas heterótrofas son aquellas que requieren de compuestos orgánicos para su nutrición y que crecen en ausencia de luz. Tienen un gran potencial para eliminar el carbono orgánico y varios tipos de compuestos de nitrógeno y fósforo de las aguas residuales, que lo utilizan como fuente de carbono y energía sin necesidad del aporte de luz solar.

El proyecto arrancó en octubre de 2017 y actualmente se encuentra en la fase de demostración de la tecnología de depuración en las instalaciones de Huercasa. Está previsto que en febrero de 2020 el demostrador que se encuentra en Sanchonuño se traslade a Eslovenia, a las instalaciones de la empresa VIPI, otro de los socios de ALGAECAN, para verificar su funcionamiento con otro tipo de agua y en otras condiciones ambientales.

Tras los primeros ensayos realizados en los últimos meses en Huercasa, se está consiguiendo un agua depurada que se encuentra dentro de los límites legales de vertido, además de eliminar completamente los lodos que se generan de forma habitual en el proceso tradicional de depuración de este tipo de aguas en condiciones aerobias, y obteniendo además como subproducto microalgas que puedan ser utilizadas como fertilizante o para alimentación animal.

La realización de todo el proceso en ausencia de luz permite trabajar con tanques cerrados, lo que disminuye notablemente el espacio necesario para realizar la depuración, en comparación con otros procesos de depuración en condiciones autótrofas, donde se necesitan grandes superficies de terreno para que las algas dispongan de la luz necesaria para poder realizar la depuración del agua.

El prototipo de planta está además alimentado con energías renovables, concretamente con energía solar y apoyo de biomasa, con el objetivo de minimizar la huella de carbono y los costes de operación.

El fin último del proyecto es poder replicar sus resultados en otros lugares.

El consorcio del proyecto ALGAECAN lo forman el Centro Tecnológico CARTIF (como coordinador), HUERCASA (España), la Universidad de Atenas (Grecia), el Centro Tecnológico AlgEn (Eslovenia) y VIPÎ (Eslovenia).

Huercasa mantiene desde hace años una política activa en materia de agua, tanto en lo que se refiere a su ahorro como a depuración. En materia de depuración, Huercasa cuenta con depuradora propia en la que anualmente se invierte para practicar mejoras y asegurar que los vertidos cumplen con todos los parámetros establecidos por la ley. Además, y para mayor seguridad, la empresa colabora desde hace años con la depuradora municipal de Sanchonuño, localidad donde se emplaza la planta principal de la compañía, a la que van a parar los vertidos de la fábrica.

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