En los próximos años se espera que la cifra de vehículos eléctricos en circulación aumente. La electromovilidad, ya sea centrada en vehículos, scooters, bicicletas o patinetes eléctricos, utiliza siempre uno o varios motores eléctricos para impulsarse y recibe la electricidad mediante conexión a la red y la almacenan en baterías. Las baterías de Litio-Ion han sido reconocidas como uno de los tipos de baterías más prácticos y comercialmente viables para la electromovilidad. Sin embargo, el uso de baterías de Litio-Ion entraña el uso de materias primas críticas como el Litio, Grafito o el Cobalto, entre otros, lo que se traduce en una dependencia de la cadena de valor hacia la minería extractiva y determinadas fuentes minerales fuera de Europa. Es por esto que la Unión Europea se está planteando estrategias para reducir la dependencia de estos metales. En este sentido, una de las alternativas es poder valorizar metales estratégicos de productos que han llegado al final de su vida útil, como podría ser el caso de las baterías de vehículo eléctrico. Por tanto, favorecer el desarrollo de procesos de tratamientos de baterías de ion litio que permita alcanzar la circularidad, es decir, valorizar las corrientes de entrada con un producto de interés global para la fabricación de baterías más sostenibles con el medio ambiente, es una de las opciones más interesantes a considerar para potenciar los procesos de reciclaje de baterías, y por tanto la circularidad del proceso, a nivel nacional, y así no depender de otras fuentes minerales fuera de Europa, para la obtención de materias primas para la fabricación de baterías. A nivel regional, Castilla y León es una Comunidad Autónoma que más producción de vehículos tiene a nivel nacional, siendo una de las principales potencias en el sector de automoción. De esta forma podría convertirse en una zona geográfica idónea para la instalación de plantas de recuperación de materiales críticos de las baterías gastadas de ion litio procedentes de vehículo eléctrico. Hoy en día, no existe una solución sencilla para llevar a cabo el recilcaje de las baterias de litioión gastadas, ya que el diseño de los complejos materiales está en constante mejora. Además es necesario fomentar la economía circular en las materias primas críticas, como se ha comentado anteriormente, ya que su disponibilidad es fundamental para llevar a cabo a Transición Ecológica.

• Investigación en procesos de recuperación de metales procedentes de baterías, salmueras, equipos electrónicos y otras corrientes residuales y equipos.